
La migración es un proceso social complejo, no solo una respuesta a desequilibrios de desarrollo o una solución a problemas como el desempleo o el envejecimiento de la población. Se entrelaza con la globalización, el desarrollo, la transformación tecnológica y la urbanización, y a su vez, contribuye a moldear estos fenómenos. Un artículo reciente, «Rethinking Migration Studies for 2050», publicado en el Journal of Immigrant & Refugee Studies, profundiza en estas complejidades, desafiando las perspectivas tradicionales y proponiendo nuevas formas de entender y abordar la movilidad humana.
Los autores de este trabajo, Anna Triandafyllidou, Marta Bivand Erdal, Sabrina Marchetti, Parvati Raghuram, Zeynep Sahin Mencutek, Justyna Salamońska, Peter Scholten y Daniela Vintila , argumentan que hasta ahora, los estudios migratorios han sido a menudo demasiado «migración-céntricos», sin considerar la migración como una parte intrínseca de procesos más amplios de transformación socioeconómica, tecnológica, política y demográfica.
El artículo destaca cuatro tipos de movilidad que deben ser considerados hoy en día:
- Viajes: Personas que se desplazan por negocios o placer.
- Migración: Individuos que buscan mejores condiciones de vida y trabajo o reunirse con sus familias.
- Asilo: Personas que buscan protección internacional.
- Desplazamiento: Personas o comunidades que son forzadas a moverse.
Estas categorías, aunque distintas en sus motivaciones y marcos legales, están interconectadas.
El estudio también aborda cómo la movilidad actual no es solo física, sino también virtual/digital , lo que plantea nuevas preguntas sobre la identidad y la ciudadanía en un mundo cada vez más conectado. La pandemia de COVID-19 expuso la fragilidad de los sistemas migratorios temporales y la necesidad de construir una gobernanza de la migración más resiliente y sostenible a largo plazo, que incorpore a los migrantes en las redes de seguridad nacionales y los integre en la sociedad receptora.
Además, el artículo subraya la importancia de desvincular los estudios migratorios de la dicotomía tradicional de «inmigración O emigración» , entender la selectividad en el reconocimiento de derechos para poblaciones móviles cada vez más diversas , y reconocer el papel del tiempo, el espacio y el lugar en la formulación de políticas de ciudadanía y derechos de los migrantes.
Finalmente, se explora el potencial de los macrodatos (big data) para revolucionar la investigación migratoria, ofreciendo nuevas perspectivas sobre los patrones de movilidad y permitiendo el «nowcasting» en situaciones de crisis. Sin embargo, también se plantean consideraciones éticas sobre la calidad de los datos y la privacidad.
En esencia, este artículo nos invita a una comprensión más matizada y holística de la migración, reconociendo su naturaleza polifacética y su interconexión con dinámicas sociales, económicas, tecnológicas y políticas más amplias.
Referencia del artículo: Anna Triandafyllidou, Marta Bivand Erdal, Sabrina Marchetti, Parvati Raghuram, Zeynep Sahin Mencutek, Justyna Salamońska, Peter Scholten & Daniela Vintila (2024) Rethinking Migration Studies for 2050, Journal of Immigrant & Refugee Studies, 22:1, 1-21, DOI: 10.1080/15562948.2023.2289116. Lee el artículo completo.